(2016) EE.UU.
DIRECCIÓN Y GUION Dan Kwan y Daniel Scheinert
FOTOGRAFÍA Larkin Seiple
MÚSICA Andy Hull, Robert McDowell
REPARTO Paul Dano, Daniel Radcliffe, Mary Elizabeth Winstead
Amigo cadáver
Si tomamos una de las premisas más absurdas de la historia del cine (en su inicio era, de hecho, una broma para ver cómo reaccionaban algunos productores), le sumamos efectos increíbles, una gran dosis de absurdo y humor escatológico, música indie muy animante, dos talentosos actores de moda y un mensaje lo suficientemente poderoso y universal para cohesionar todo eso, tenemos Swiss Army Man, una de las películas más sorprendentes (para bien o para mal) del año.
Los artífices de semejante audacia son conocidos con el nombre artístico de «DANIELS» a secas. Tocayos e inseparables colaboradores, Dan Kwan y Daniel Scheinert se han forjado una breve pero consolidada experiencia en el mundo del cortometraje y del videoclip musical. Todo siempre en esta mezcla de lo absurdo, lo transgresor y desafiante, con elaborados efectos y atractiva música, lo que ha configurado su estilo propio.
La premisa absurda es un náufrago (Paul Dano) en una isla desierta que está a punto de ahorcarse cuando aparece un cadáver (Daniel Radcliffe, sí, Harry Potter) que lo salvará, ¿cómo? El protagonista descubre todas las utilidades de este hombre-navaja-suiza que da nombre a la película: utilizar sus flatulencias (su rasgo distintivo) como propulsores o para encender fuego, su boca como escopeta, sus brazos como si fuera una figura de acción para partir madera; también es brújula (me ahorro los detalles) y un largo etcétera. Por supuesto, el cadáver «habla», pero no es un zombie ni mucho menos. Es eso, un cadáver que interactúa. Es muy absurdo y esa es la idea.
Ahora bien, si esto no quedó en mero material para el enorme archivo fílmico del absurdo (desde las cintas gore de Peter Jackson en los 80’s hasta los Don’t Hug Me I’m Scared y videos similares en internet) sino que fue premiado en el Festival de Sundance y tuvo una taquilla bastante decente, es en mi opinión por dos motivos fundamentales: la fama de los dos actores protagonistas y una factura tan lograda que parece insistir en que la película sí quiere decir algo. Con la factura lograda me refiero, en primer lugar, a la bella fotografía y el diseño de producción, con una viva paleta de colores que utiliza los elementos del bosque y de un montón de basura con la que los personajes recrean todo tipo de situaciones; después, a los efectos visuales, que los DANIELS manejan ya en sus videos previos, y que siendo absurdos al menos no se ven improvisados; finalmente, a la estupenda banda sonora, a cargo de la banda indie Manchester Orchestra que compuso casi toda la música a capella, con momentos tan especiales como el tributo al tema musical de Jurassic Park o las propias intervenciones musicales de Dano y Radcliffe.
Y así, parece que la película sí dice algo. Tiene corazón. Y esa es la cereza del pastel, que hace de los DANIELS verdaderos narradores y no solo un par de locos. Lo que dice puede tener todo tipo de lecturas: desde que el cadáver es una proyección del interior del protagonista, hasta que estamos ante un loco en cuya mente sucede todo esto. Pervive, sin embargo, un mensaje de autenticidad, de amistad y de encontrarse con uno mismo; aunque advertimos que no es un mensaje lo suficientemente poderoso para perdonar todo el absurdo y el mal gusto que hay de por medio, si a uno no le gustan ese tipo de cosas. Pero por lo que se ve, a mucha gente sí.
Juan Carlos Carrillo Cal y Mayor
2 comentarios sobre “Swiss Army Man”