Cantinflas

(2014) México
DIRECCIÓN Sebastián del Amo
GUION Edui Tijerina, Sebastián del Amo
MÚSICA Aleks Syntek
FOTOGRAFÍA Carlos Hidalgo
REPARTO Óscar Jaenada, Michael Imperioli, Ilse Salas, Luis Gerardo Méndez, Juan Carlos Colombo

El detalle y los detalles

México y el mundo gozaron con las películas de Mario Moreno “Cantinflas” y su humor inconfundible (no por nada la RAE ya recoge el verbo “cantinflear”). Fallecido en 1993, el cine no había recuperado su figura como tema y es este el principal objetivo –rendir un homenaje a este ícono del cine– de la película de Sebastián del Amo. Así, los mejores momentos de Cantinflas, son aquellos en los que uno se olvida de estar viendo este biopic y disfruta los pasajes auténticamente cantinflescos del personaje.

Y es que el gran mérito de la película es la fabulosa actuación de Óscar Jaenada como Cantinflas. El actor –siendo de nacionalidad española– simplemente es este personaje (y mis compatriotas que se han indignado por tener a un actor español interpretando a un emblema mexicano deberían recordar al británico Daniel Day-Lewis ganando el Oscar por interpretar al presidente norteamericano más representativo o a la estadounidense Meryl Streep ganar el suyo por su papel de la inglesísima Dama de hierro). Jaenada, más allá del claro parecido físico, recrea el estilo cantinflesco de Moreno hasta el punto de que uno disfruta como con el auténtico Cantinflas: “ahí está el detalle, chato”.

Dicho esto, el ritmo de la película es irregular, con una estructura que intercala los orígenes del personaje con la historia del productor independiente Michael Todd intentando sacar el proyecto de La vuelta al mundo en 80 días: un claro intento de destacar la relevancia internacional que tuvo Cantinflas, que ganó un Globo de Oro por esa película, su única incursión en Hollywood. Eso y otros “detalles” como el homenaje a los principales actores de la época de oro del cine mexicano, en el que vemos a Julio Bracho como Jorge Negrete, a Adal Ramones como Fernando Soto “Mantequilla” y hasta a Bárbara Mori como Elizabeth Taylor, lo cual a veces roza involuntariamente la parodia, en un estilo parecido a lo que ya había hecho Del Amo en El fantástico mundo de Juan Orol. Por no hablar de Luis Gerardo Méndez en el papel del ruso Shilinsky, concuño de Cantinflas: se entiende que “Javi Noble” sea un actor de moda, pero aquí estamos ante un casting fallido para ese personaje.

Con una producción más que decente para su presupuesto enteramente de inversión privada y su rodaje de solo 38 días, la película muestra la vida del actor con sus luces y sombras, sin caer en el error de idealizar al personaje demasiado (como hicieran con Walt Disney en Saving Mr Banks o en la ya mencionada Lincoln). Vemos también la faceta política de Mario Moreno en el sindicato de actores y su actitud ante la fama. Por eso Cantinflas cumple su objetivo, y el público mexicano –o cualquier otro familizarizado con Cantinflas– saldrá contento de ver en pantalla la vida de alguien a quien sentimos como parte de nuestras familias.

Juan Carlos Carrillo Cal y Mayor

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