Capitán Phillips

(2013) EE.UU.
DIRECCIÓN Paul Greengrass
GUION Billy Ray, basado en el libro de Richard Phillips y Stephan Talty
MÚSICA Henry Jackman
FOTOGRAFÍA Barry Ackroyd
REPARTO Tom Hanks, Barkhad Abdi, Faysal Ahmed, Mahat M. Ali, Barkhad Abdirahman, Michael Chernus, Catherine Keener

Un héroe normal

De la buena mano del director Paul Greengrass nos llega la historia real del Capitán Phillips, cuyo barco fue asaltado por piratas somalís en el 2009. Greengrass es autor de paradigmáticas películas de acción como The Bourne Supremacy o The Bourne Ultimatum, y otras de tintes documentales como Bloody Sunday, sobre el conflicto de Irlanda del Norte, o United 93, sobre el vuelo secuestrado el 9-11 que no llegó a su destino. Y hay que decir que Capitán Phillips tiene lo bueno de ambos géneros, apoyado en la correcta adaptación de Billy Ray, un experto en adaptar hechos reales a la narrativa de la pantalla grande.

La cara de la historia la pone Tom Hanks, llevando el proyecto a las ligas mayores. Hanks, siendo uno de los iconos actuales más famosos de Hollywood, tiene esa capacidad de conseguir que a los cinco minutos uno olvide que está viendo a Tom Hanks y sea consciente de estar ante, en este caso, el Capitán Phillips. Su actuación es más bien contenida, lo cual es un acierto, pues un capitán de un buque mercante en el siglo XXI probablemente es más un técnico y líder discreto –un hombre normal– y no un aspirante a héroe, aunque la situación límite lo lleve a situarse como tal. Con todo, los últimos minutos le permiten mostrar ese gran talento que lo ha llevado hasta donde está.

Sus compañeros en pantalla, principalmente los secuestradores somalís interpretados todos por actores debutantes, cumplen con su papel de maravilla. Muse, su capitán, sabe mostrar a un hombre orgulloso, un capitán dispuesto a imponerse al otro capitán. Con todo, la nominación al Oscar de Barkhad Abdi parece demasiado –y más tomando en cuenta que Hanks esta vez no fue nominado–. La película acierta mostrando también algo del punto de vista de estos piratas, víctimas de unos jefes peores a quienes sirven.

La música acompaña bien el ritmo de esta historia de tensión, a pesar de que la segunda mitad sea más monótona. Y como es habitual en este tipo de historias, el héroe carece casi de defectos –el verdadero Capitán Phillips, al parecer, fue imprudente al surcar esas aguas a pesar de las advertencias– y su patria norteamericana otro tanto. No obstante, siempre se disfruta ver al ciudadano medio puesto contra las cuerdas. Y más cuando sale del problema convertido en héroe.

Juan Carlos Carrillo Cal y Mayor

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12 años de esclavitud

(2013) EE.UU.
DIRECCIÓN Steve McQueen
GUION John Ridley basado en el libro de Solomon Thurp
MÚSICA Hans Zimmer
FOTOGRAFÍA Sean Bobbitt
REPARTO Chiwetel Ejiofor, Lupita Nyong’o, Michael Fassbender, Brad Pitt, Benedict Cumberbatch, Paul Giamatti, Paul Dano

Gráfica opresión

Basada en una historia real, 12 años de esclavitud cuenta la historia real de Salomon, un afroamericano libre, ciudadano de New York que es tomado preso y vendido como un esclavo para trabajar los campos de New Orleans en los mil ochocientos. Advierto que no es una película fácil de ver, la violencia y la tiranía del ser humano quedan expresadas de una manera tan explícita que hay pocas películas que se les pueda comparar. Seguramente se han visto un sinfín de films sobre el racismo, pero creo que pocos tan duros como este.

Es un tema fuerte y tal vez por eso el director se toma la libertad de dejarle ver todo al espectador, muy poco se deja a la imaginación. Lo que aún cuesta definir es cuál propuesta –si optar por lo explícito o por la violencia sugerida– funciona mejor con el público, cuál lo hace pensar más e incluso lo hace levantarse y tomar otra actitud al salir del cine. Quizás cuando ya se es tan gráfico cuesta identificarse con los personajes. Un espectador que la vea, si no siente al menos dolor es que no es muy humano; pero es una constante desaventura, faltan esos momentos más íntimos de cada personaje que hace que los conozcas un poco mejor y los llegues a querer realmente.

Ahora bien, algo intachable durante todo el filme son las actuaciones, realmente por más mínimas que sean son simplemente impresionantes. La nueva estrella Lupita Nyong’o roza la perfección, realmente tiene un futuro prometedor. Otro grande es Michael Fassbender, quien produce un odio feroz y a la vez tan bien hecho, genial. Y, por supuesto, el protagonista, Chiwetel Ejiofor. No por nada los tres están nominados al Oscar.

Sí se extraña un poco la compañía musical. Es cierto que están los tradicionales cantos gospel, pero faltó más, se la deja en un plano muy secundario a la música. En parte esas alabanzas eran de las pocas «armas» que se tenían en ese momento para seguir con cierta esperanza, pensar una vida más justa en el más allá.

El camino es pesado, largo, puede gustar más o menos, pero definitivamente 12 años de esclavitud consigue sacarte del momento en que estás, olvidarte de tu alrededor y recorrer todo el camino y, sobre todo, agradecer por lo que tienes.

Juan Manuel Meneses

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Los juegos del hambre: en llamas

(2013) EE.UU.
DIRECCIÓN Francis Lawrence
GUION Simon Beaufoy, Michael Arndt basado en la novela de Suzanne Collins
MÚSICA James Newton Howard
FOTOGRAFÍA Jo Willems
REPARTO Jennifer Lawrence, Josh Hutcherson, Donald Sutherland, Philip Seymour Hoffman, Stanley Tucci

Mantiene su llama encendida

Estamos ante la esperada segunda parte de “Los juegos del hambre”, que a los fans de la saga de libros sumó a los fans de la primera película. Después de la victoria de la 74 edición de The Hunger Games, Katniss Everdeen (Jennifer Lawrence) debe realizar el tour por cada uno de los distritos junto a su supuesto novio Peeta. No solamente debe demostrar que lo ama sino que debe convencer a todos, incluyendo al tirano Presidente Snow, de lo contario amenazan con matar a su familia. Y es que en esta ocasión nuestra heroína es atacada físicamente y mentalmente. Pero no revelaré más de la historia, solo diré que hay muchas sorpresas y no deja indiferente a nadie.

Pienso que pocas veces se puede ver en el cine una crítica social tan bien lograda. Y lo hace a través de una ficción pura y dura. Está de más decir que no vivimos en los doce distritos de Panem, pero sí se equipara a nuestra sociedad actual: hay mucho clasismo, quien más tiene es mejor, la ridiculez en la moda y lo estrafalario cada vez es mejor vista. Se ve claro en la escena en que se le ofrece a Peeta una bebida para que vomite y le dicen que es la única forma de vaciarse y probar todos los distintos platos.

A pesar que la historia es entretenida de principio a fin –no se nota que dura dos horas y media– la película no tendría el efecto que tiene con otro elenco. No se me ocurre una persona que pueda llevar mejor la película que Jennifer Lawrence, es impecable en todo momento, además de que ahora, con un Oscar bajo el brazo, se ha situado a otro nivel. Por no hablar de Stanley Tucci, el recientemente fallecido Phillip Seymour Hoffman, incluso la multifacética Elizabeth Banks destaca.

Otra de las cosas que brilla durante toda la película es el vestuario: la diseñadora Trish Summerville no deja que en ningún momento pase desapercibido. Por suerte durante la película se le hace referencia a través de Cinna (Lenny Kravitz) diseñador famoso de ropa, de lo contrario tendría un papel demasiado protagónico y no de acompañante del relato como debe ser.

Esta segunda parte ha tenido gran éxito de taquilla a nivel mundial, rompió records de taquilla ganándole a Twilight. Y seguramente para la tercera entrega recaudará aún más (no solo por el incremento de las entradas al cine) pues deja con ganas de más.

Juan Manuel Meneses

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