(2019) EE.UU.
DIRECCIÓN Martin Scorsese
GUION Steven Zaillian basado en el libro de Charles Brandt
FOTOGRAFÍA Rodrigo Prieto
MÚSICA Robbie Robertson
REPARTO Robert DeNiro, Al Pacino, Joe Pesci, Anna Paquin, Harvey Keitel, Ray Romano, Bobby Canavale, Stephen Graham, Jesse Plemons, Sebastian Maniscalco
Como el buen vino
«I heard you paint houses». «Escuché que pintas casas». Esas fueron las primeras palabras que le dirigió Jimmy Hoffa, el poderoso jefe del sindicato de camioneros, a Frank Sheeran, el irlandés recomendado por el mafioso Russell Bufalino. La clave —pintar casas— hace referencia a matar gente. Así se titula el libro que Charles Brandt escribió a partir de las confesiones del propio Sheeran en su lecho de muerte y en el que está basada la nueva película de Martin Scorsese. Súmese que el trío mencionado está interpretado por Robert DeNiro (Sheeran), Al Pacino (Hoffa) y Joe Pesci (Bufalino) y se entenderá por qué esta producción generó tanta expectativa. Y vaya que cumple.
La historia de la desaparición de Jimmy Hoffa —un icono de la cultura estadounidense—, atribuida a la mafia italiana en la década de 1970, es un tema ideal para el mundo cinematográfico de Scorsese. Así, los personajes y lo que aquí nos cuenta parece una ampliación de sus películas más célebres como Uno de los nuestros (Good Fellas, 1990) o Casino (1995). Sin embargo, a diferencia de la violencia desmedida y sin consecuencias para unos personajes alocados que contaba en esas películas, aquí el veterano director parece mirar hacia atrás con una mirada más reflexiva, del mismo modo en que el anciano protagonista recuerda su vida.
El guionista Steven Zaillian (La lista de Shindler, Pandillas de Nueva York) adapta magistralmente el libro de Brandt hilando una historia que recorre unos cuarenta años. Si bien el metraje es largo (con tres horas y media de duración es la película más larga estrenada en cines en los últimos 20 años) la trama es intrigante y el ritmo muy llevadero, con la amenizante música de Robbie Robertson que también incorpora varias canciones de la época. La fotografía del mexicano Rodrigo Prieto es estupenda, y subraya según la toma un cielo azul impecable o unas luces de neón rojas que iluminan un callejón en la noche, y firma varios planos secuencia de antología.
Lo viejo aporta su experiencia y talento y se mezcla con lo nuevo en esta producción. El presupuesto fue elevadísimo (140 millones USD) en parte por la tecnología que rejuvenece a los actores, de forma que DeNiro, Pacino y Pesci (los tres en sus setenta-y-muchos) interpreten también a sus personajes de 40 años y en adelante. Una innovación que, si bien se ve un poquitín artificial, amerita del todo por las excelentes interpretaciones de este trío de veteranos (aunque con todo no hay quien se crea que el Hoffa de Pacino está en sus cuarentas en sus primeras escenas; aun así, ya digo, la actuación suple). El mismo Scorsese tiene 77 años y si bien es defensor de que el cine solo es tal si se ve en la sala de proyecciones, esta película suya está paradójicamente financiada por Netflix. Por cierto, que el streaming facilitará que el público pueda ver más a su ritmo una película larga cuya estructura también sería asemejable a una miniserie. Una prueba más de lo nuevo con lo viejo. Todo el filme tiene así un regusto de fin de una época pero que, como el buen vino, con más tiempo se ha hecho más reposado, más apreciable, mejor.
Reseña bastante «sosa», tratándose uno de los mejores directores de nuestra época y quizá de todos los tiempos. No se refleja la magnanimidad del proyecto.
Saludos
Gracias, Martiniano, por la conversación. El que pretenda ser crítico de cine debe hablar de lo que hay en pantalla, no en función de quién sea el director (aunque coincido, es de los más grandes entre los que están activos). No escribo como fan 🙂