(2015) México
DIRECCIÓN Jonás Cuarón
GUION Jonás Cuarón y Mateo García
MÚSICA Woodkid
FOTOGRAFÍA Damián García
REPARTO Gael García Bernal, Jeffrey Dean Morgan, Alondra Hidalgo
Cacería humana
La ópera prima de Jonás Cuarón —si no contamos su película hecha a base de fotos y diálogos, Año uña (2007)—, hijo de Alfonso Cuarón y coguionista de Gravity, resulta una interesante sorpresa. Eso superada la tentación de pensar que esta película ha tenido cierta difusión y ha sido protagonizada por Gael García Bernal solamente porque Jonás es hijo de Alfonso Cuarón (uno de los ya influyentísimos three amigos de Hollywood, junto con Alejandro G. Iñárritu y Del Guillermo Del Toro; y que es productor de esta película junto con su hermano el también cineasta Carlos Cuarón), cosa que ciertamente le ayuda pero no debe demeritarle.
Y es que Desierto tiene ciertas similitudes con la maravillosa Gravity, lo que solo puede hablar bien de ella. En primer lugar, la simplicidad —que no simpleza— de su argumento. Un grupo de inmigrantes ilegales mexicanos se disponen a cruzar la frontera atravesando el desierto, hasta que se ven obstaculizados por un gringo caza inmigrantes. Pocos personajes, un entorno en sí mismo amenazador (en Gravity el espacio, aquí el desierto) y, con todo, cierta exploración del alma humana, puntual pero certera. Pues aunque la trama sea simple no deja de ser aterradora y socialmente impactante: un ser humano deliberadamente cazando a otros. Todavía más impactante al saber que esos terribles actos se dan realmente en la frontera, y un testimonio muy elocuente en esta disparatada época de Donald Trumps.
La premisa es bien tomada por Cuarón que la explota no como una película de denuncia, sino como un experimento lleno de ritmo, que como Gravity es casi una película de terror, que deja al espectador en una tensión máxima y al borde del asiento durante toda la película. Ayuda que el héroe —con todas las letras— sea interpretado por Gael García Bernal, que si no cumple del todo con el perfil del inmigrante mexicano promedio (ni por su físico ni por su modo de hablar), rápidamente se gana el favor del público con su interpretación de un personaje hábil y generoso a la vez. Quedemos, pues, pendientes de Jonás Cuarón que va demostrando de sobra que lo suyo no lo roba, lo hereda.
Juan Carlos Carrillo Cal y Mayor
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