(2013) EE.UU.
DIRECCIÓN Y GUION Brian Helgeland
MÚSICA Mark Isham
FOTOGRAFÍA Don Burgess
REPARTO Chadwick Boseman, Harrison Ford, Nicole Beharie, Christopher Meloni
Cliché pero bueno, buena pero cliché
Casi todos los años se estrenan películas en contra del racismo. Me atrevería a decir incluso que este año los premios de la Academia van a estar llenos de estas historias con títulos como The Butler o 12 Years a Slave. Pienso sinceramente que es muy bueno ver estas películas, nos recuerdan mucho de la historia y usualmente al salir del cine tenemos esa sensación de “yo también puede ayudar en el cambio”.
Ahora bien, no todas son un éxito, es más, pocas nos dan una visión nueva sobre este tema como fue el caso del exitoso film The Help. Sin embargo, 42 se suma a esta lista de películas que cuentan con un nuevo punto de vista, en este caso la historia de Jackie Robinson, el primer jugador afroamericano de béisbol. No hace falta contar más para que imaginarse que se trata de una película llena de clichés, y así es, lo que no quiere decir que no se disfrute.
Desde el primer minuto en que vemos los primeros maltratos, o la forma en que los blancos pensaban, enseguida se genera una gran empatía hacia Robinson y desde ese momento no hay vuelta atrás, el espectador se va a quedar hasta el final porque tiene ese deseo de verlo triunfar.
Ahora bien, cinematográficamente hablando -y a pesar de contar con muchas caras conocidas- parecería que estamos ante una TV Movie y no una producción para una sala de cine: los planos, movimientos de cámara… Hay que destacar la actuación de Harrison Ford en el papel de Branco Rickley, simplemente genial, incluso me atrevería a decir que huele a Oscar.
Por suerte, el film no pretende resumir una vida entera en dos horas como muchas películas biográficas intentan; es más, solo cuenta los primeros años de carrera de Robinson y consigue mezclar drama, comedia y béisbol sin ser excesiva en ninguno de los casos, solo cuenta la historia como pasó. Si uno es amante del deporte seguro que disfrutará, la ventaja es que no debes serlo para que resulte entretenida.
Juan Manuel Meneses